El yacimiento del yeso que se empleó en la Alhambra sigue activo desde hace más de dos mil años
Toda gran obra creada por el hombre utiliza materiales que la naturaleza le brinda y encuentra en sus proximidades. En el caso de las yeserías de la Alhambra, su origen proviene de las canteras de Gabia la Grande, cerca de Granada, conocido actualmente como zona de Monte Vives. Las primeras civilizaciones ya utilizaban desde hace más de dos mil años estas canteras que se siguen explotando en la actualidad. En concreto, su referencia documental más antigua proviene de la primera época cristiana, en el siglo XVI.
Estos yacimientos en superficie de yeso son muy ricos en una variedad conocida como ‘alabastro’, de gran pureza y blancura. De él se obtiene el mejor yeso para tallar, lo que en la época musulmana sirvió a los artesanos para decorar los muros de los palacios de la Alhambra. En la época nazarí, el material se cocía en la misma cantera y se transportaba a lomos de bestias, para molerlo en un batán situado junto al río Genil.
El origen de las yeserías de la Alhambra se ha descubierto tras diferentes análisis realizados, en los que se detectaron las trazas de ciertos minerales como celestina o estroncio. Las condiciones climáticas que acaecieron en el mar Mediterráneo en el periodo Mioceno (muy cálidas y áridas), condicionaron en buena medida la afloración de este tipo de minerales evaporíticos.