La intervención arqueológica en el jardín de la Alamedilla, en la que aparecieron restos de una estructura palatina desconocida, continuará para avanzar en la investigación. La Comisión Técnica de la Alhambra ha aprobado en su última reunión seguir con los trabajos arqueológicos que, como ha explicado la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, permitirán conocer la cronología de construcción del edificio y su relación con el baño de la Mezquita.
Díaz ha señalado que los nuevos trabajos, que deberán pasar previamente por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, también se centrarán en completar el análisis de las estructuras excavadas que, hasta el momento, han documentado la existencia de restos pertenecientes a un amplio edificio que podría haber tenido unos 440 metros cuadrados de superficie, articulado en torno a la alberca descubierta en 1950, en el periodo en el que Francisco Prieto Moreno fue arquitecto conservador de la Alhambra.
“Es evidente la importancia de los restos aparecidos porque confirman la presencia de un edificio que supera en escala una vivienda noble ”, ha destacado la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, quien ha subrayado que esta nueva intervención demuestra asimismo que el registro arqueológico en el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife “no está agotado”, además de abrir nuevas expectativas de conocimiento sobre el proceso de implantación urbana del recinto.
El Patronato de la Alhambra y Generalife inició el pasado mes de octubre una intervención mediante sondeos arqueológicos en el jardín de la Alamedilla, con el objetivo de conocer el interés de los restos en el subsuelo, la posibles cotas de afección arqueológica y, principalmente, el desarrollo de la casa nazarí ubicada en torno a la alberca existente en la zona.
Hasta esta intervención apenas se tenían datos sobre las intervenciones realizadas en este jardín, salvo los restos arqueológicos aparecidos en los años cincuenta. Algunos de estos vestigios fueron restaurados como la gran alberca rectangular, un silo pequeño excavado en la roca y unas piletas. Los muros perimetrales que delimitan el solar con el callejón del Guindo y el callejón de la Sacristía de la iglesia muestran añadidos y diferentes transformaciones.
La excavación, que abarcó 130 metros cúbicos y tuvo una inversión de más de 60.000 euros, se llevó a cabo en el solar situado muy próximo a la calle Real, entre la iglesia de Santa María de la Alhambra y la trasera del baño de la mezquita y la vivienda nazarí contigua, donde estuvo la Taberna del Polinario, hoy sede del Legado de Ángel Barrios.