Amor en la Alcazaba de la Alhambra
¿Habéis oído hablar alguna vez del árbol del amor? Muchos le conocen también como el árbol de Judas, Ciclamor o Algarrobo loco. Seguro que si habéis venido a la Alhambra en primavera o en verano, lo habréis visto en la Plaza de los Aljibes, a los pies de la Alcazaba. No pasa inadvertido y le gusta exhibirse especialmente en este mes de abril, donde luce sus mejores galas, por eso es la Planta del mes. Sus flores son de color rosa y sus hojas tienen una forma acorazonada, de ahí su nombre. Aunque también, existen muchos mitos a cerca del Árbol del Amor, como el que dice que en este árbol se ahorcó Judas Iscariote después de traicionar a Cristo. Leyendas a parte, lo que sí se sabe con certeza es que su llegada a Europa tuvo lugar en la época de las cruzadas, año 1.200, y su primer destino fue Francia. Desde ese momento, su extensión por el continente fue muy rápida y apareció frecuentemente en los herbarios de los siglos XVI y XVII. En la época del Imperio Bizantino, era uno de los árboles que en mayor número crecían en Constantinopla, en las riberas del Bósforo. El color morado purpúreo de sus flores era de la predilección de los emperadores bizantinos. En la Alhambra miman y cuidan al Árbol del Amor. Los jardineros podan con cariño y recogen manualmente las vainas de las legumbres secas, que permanecen sin caer de forma natural en esta especie, que mide 4,25 metros y tiene una superficie cubierta por su copa de 85m2. Al Árbol del Amor le gusta que le miren? Es atractivo y fotogénico? Guarda secretos y es cómplice. ¿Cuántas parejas se habrán declarado amor eterno bajo su densa copa?